No hay persona que diga que un
abrazo no da seguridad, cariño y hace sentir bien, un abrazo simplemente nos
cambia el día.
En estado de tristeza,
desconsuelo, pérdida, dolor emocional o físico, un abrazo es sinónimo de
medicina.
El tener contacto no solo una
sensación agradable, es una necesidad. Los estudios científicos apoyan la
teoría que la estimulación por contacto es absolutamente necesaria para el
bienestar tanto físico como emocional.
Un abrazo se puede dar de tres
formas:
1. Abrazo de oso, es el
tradicional.
Un abrazador usualmente es más
alto y corpulento que el otro aunque esto no es necesario para sostener la
calidad emocional de un abrazo de oso. La seguridad que se tiene al dar el
abrazo es de suma importancia.
2. Abrazo de espejo, las dos
personas están de frente, con los brazos alrededor de los hombros, los costados
de la cara presionándose y los cuerpos inclinados hacia enfrente y todo lo
inferior a los hombros sin tocarse.
Este tipo de abrazos va más de
acuerdo con nuevas amistadas o situaciones que requieran de una posición más
formal.
3. Abrazo de corazón, muchos
consideran que es la forma más elevada del abrazo.
Se inicia con un contacto
ocular directo, mientras los dos abrazantes permanecen de pie, cara a cara.
Luego, los brazos rodean hombros o espalda. Las cabezas se juntan y se
establece un contacto físico total. El abrazo es firme, pero suave.
Hay 3 razones para recibir un abrazo:
2. Felicidad: se libera oxitocina, hormona del bienestar y del amor.
3. Relajación: ayuda a reducir
el estrés, también enfermedades cardíacas y ansiedad.
Un dato
curioso: Abraza árboles para mejorar tu salud
En el libro Cegados por la Ciencia,
de Matthew Silverstone demuestra científicamente que los árboles mejoran muchos
problemas de salud tales como: enfermedades mentales, déficit de atención e
hiperactividad, niveles de concentración, tiempos de reacción, depresión, y la
capacidad para aliviar dolores de cabeza.
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