Usar tacones siempre es una arma infalible de atracción para las mujeres, de manera especial porque las hace sentir más sexy, por lo que este tipo de accesorio se ha calificado como un fetiche, por despertar la sensualidad y excitación tanto en hombres como en ellas mismas.
De acuerdo con la antropóloga
Helen Fisher, cuando la mujer usa tacones, estos le provocan
una lordosis más acentuada que la fisiológica (arqueamiento de la espalda como respuesta sexual y hormonal en todos
los animales), al propulsar el trasero hacia atrás, arquear la columna para
mantener el equilibrio, a la vez que marca los pechos.
Por ello, las mujeres se sentirían más
sexys y a los hombres les gustan las mujeres que los usan, explicado desde un
punto de vista biológico. Además, si bien usar tacones conlleva ciertos riesgos posturales, también puede tener ciertos beneficios
más allá de lo estético.
Los tacones altos no sólo levantan los glúteos de una mujer, la hacen ver más alta y atractiva, sino que también mejora su vida
sexual, de acuerdo con una investigación de la uróloga italiana, María Cerruto.
“Cuando una mujer usa tacones, los músculos del suelo pélvico se encuentran en una
posición que aumenta su fuerza y la habilidad de contracción. Estos músculos
son un componente esencial en el cuerpo femenino”, explica la especialista.
Esta fascinación por usar tacones altos no sólo obedece a un aspecto sociocultural (fetichista), sino también
mecánico debido a que, según este estudio, también acentúan ciertos patrones de
la marcha femenina -pasitos más cortos y más giro de la cadera, que la hacen
más atractiva-.
Por: J. Manuel Reyes
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